Se han borrado varios párrafos que había escrito. No me importa. Anoche hubo varias cosas que cambiaron mi humor, y mi pensamiento incluso. Una buena y otra mala, pero ambas con consecuencias positivas (creo...).
Seguiría escribiendo, adornando las frases, construyendo ideas, enterranndo otras, cambiado este blog con una u otra letra más. Podría cambiar el color de fondo, investigar como poner cosas más vivas o más barrocas en este blog. Pero me quedo con esos pájaros volando, o en mi cabeza. Me quedo con que en unos días andaré mucho, y llegaré a ese recodo del camino para sentarme y decirle a Hugo: mira, estos son los reyes de la sierra. Le ofreceré vino y comeremos un bocadillo de jamón con queso. Y pensaré que tal vez sería bueno retomar los viejos sueños adolescentes, volver a subir Torres de Márfil y que las paredes de varios largos se me queden cortas, incluso cuando el dolor aprieta en los músculos y frases como: ¡suben, aprieta! motivan varios intentos con fracaso, pero anestesian mas la mente para el descanso....
martes, 30 de noviembre de 2010
jueves, 25 de noviembre de 2010
25 de Noviembre
Me he despertado tarde. Y tarde reescribo en este blog que estaba acumulando polvo y recuerdos no escritos. Viajes, silencios, té caliente, cigarros no acabados hundidos en ceniceros compartidos, desfiles de gaviotas y lluvia tras el cristal. Lluvia que no es de allí, donde el cielo se pone más rosa que aquí, pero no tiene un espejo de agua donde caer.
25 de Noviembre. Más de dos meses aquí. La sensación y la realidad, es que hago lo que quiero y cuando quiero, como dije hace casi un mes en este mismo sitio. Me despierto tarde, me acuesto tarde. Los libros de mesita de noche rascan en mi interior para hacerse hueco e intentar viajar conmigo a un lugar donde el italiano es el rey, pero tiene decenas de hijos con dialectos diferentes dispuestos a hacer más curiosa y a cumplir más aun los tópicos de Italia. Loca, chula y con ese sabor agridulce que da la gente de aquí. Individualistas, pero hay un pequeño detalle curioso que echo de menos en España. El detalle que a un desconocido le das la mano, sea hombre o mujer, y al amigo le das dos besos, sea hombre y mujer. Detalles como esos luchan por dar mejor imagen que su falta de respeto conduciendo y sus aires de guapería.
Si Adri me viera, me regañaría como perro, me miraría fijamente y me diría: “Mierdas”, sonriendo, en una mezcla de apodo de broma clásico entre nosotros, pero con una directa hacia mi pereza. Si mi coche tiene varios motores, él es uno de ellos. Otro de ellos es la montaña, y aquí esta riéndose de mí, delante de mis narices, y yo la miro como el tonto enamorado de la luna, pero no llego a montarme en el cohete espacial que me lleva a ella, y más lejos si quiero, a sus personales estrellas. Abandonado mi motor lectura de libros en una habitación ahora solitaria, me queda el motor surfear. Surfear por internet, como dirían los franceses. Surfear por curiosidades, por Hespérides, por nucleares, por poesías, por pasajes de Cebrían, por películas sentimentales que vería una y otra vez, por el vicio del juego futurista, por las palabras que una y otra vez te diría. Que te diría.
Lejos de abandonar el té, aquí ha crecido como lo hace la hierba en primavera. Y además tiene flores que son como drogas, enganchan como ellas solas.
La sensación de miedo por algo bueno. Es normal. Tener miedo, digo. Pero pocas veces lo he tenido por algo bueno. O no sé si es bueno…
Anoche volví a escuchar el pasaje de Miguel Hernández, y una vez más tuve varios escalofríos, y mis ojos soltaron un poquito de agua con sal. Me lleva a otros momentos, a otras personas…y la voz de Serrat en esas canciones-poesias me sube a ese lugar que no conozco y donde me siento seguro…no sé si contigo o contigo, o con todos. Pero no es fácil. No es fácil que el agua con sal corra por mis mejillas, y en estos meses, falto de fuerza para conseguirlo cuando más lo he necesitado, la fuerza ha venido de esa señora llamada radio, que con improvisaciones y sorpresas, trae los recuerdos profundos y los besos guardados.
lunes, 1 de noviembre de 2010
Antes de rendirnos fuimos eternos
Vivo bien. Aquí en Italia o en España vivo bien. Como bien, cuando,que y cuado quiera. Bebo. El humo atraviesa mi cuerpo de un par de sabores, y me deleito con las sensaciones que produce un color mezclado con canciones que escuchaba en la adolescencia entre las cuatro paredes de un cuarto frío, lleno de libros, con una cama vieja empapada de lágrimas y sonrisas, de horas sin dormir, de pensamientos absurdos y bellos...
Vivo bien. Si la felicidad es una actitud, yo la tengo el 50% del tiempo aquí, y la consigo el 70%. Y los porcentajes siempre son generalizaciones, querido Jacobo.
Llueve mucho. No hace frío. Ríos y paseos en busqueda de lugares donde alejarse del mundo de ruidos de los coches, de las voces preocupadas, de los periódicos y de las luces de ciudad. Encuentro de paredes pintadas de colores, banderas de otros mundos, fotos y letras de personas que ya no están, y de otras invisibles que vendrán.
Serrano suena estos días tanto como Bob marley. Tanto que ha bañado las horas diurnas y nocturnas hasta reventar sueños y vuelan por la habitación como mariposas de colores que chocan en las amohadas de la resistencia a nudos de posible tristeza o añoranza.
Caminando, pego este link y su letra, Recuerdo (http://www.youtube.com/watch?v=WUgsT7ed1mc)
Vivo bien. Si la felicidad es una actitud, yo la tengo el 50% del tiempo aquí, y la consigo el 70%. Y los porcentajes siempre son generalizaciones, querido Jacobo.
Llueve mucho. No hace frío. Ríos y paseos en busqueda de lugares donde alejarse del mundo de ruidos de los coches, de las voces preocupadas, de los periódicos y de las luces de ciudad. Encuentro de paredes pintadas de colores, banderas de otros mundos, fotos y letras de personas que ya no están, y de otras invisibles que vendrán.
Serrano suena estos días tanto como Bob marley. Tanto que ha bañado las horas diurnas y nocturnas hasta reventar sueños y vuelan por la habitación como mariposas de colores que chocan en las amohadas de la resistencia a nudos de posible tristeza o añoranza.
Caminando, pego este link y su letra, Recuerdo (http://www.youtube.com/watch?v=WUgsT7ed1mc)
Me levanto temprano, moribundo.
Perezoso resucito, bienvenido al mundo.
Con noticias asesinas me tomo el desayuno.
Camino del trabajo, en el metro,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos.
Y en el asiento de enfrente,
un rostro de repente,
claro ilumina el vagón.
Esos gestos traen recuerdos
de otros paisajes, otros tiempos,
en los que una suerte mejor me conoció.
No me atrevo a decir nada, no estoy seguro,
aunque esos ojos, sin duda, son los suyos,
más cargados de nostalgia, quizás más oscuros.
Pero creo que eres tú y estás casi igual,
tan hermosa como entonces, quizás más.
Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad.
Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores,
del interrogante en tu mirada.
La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres,
jóvenes promesas, no, no teníamos nada.
Dejando en los portales los ecos de tus susurros,
buscando cualquier rincón sin luz.
"Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro",
y detrás de cada huida estabas tú, estabas tú.
En las noches vacías en que regreso
solo y malherido, todavía me arrepiento
de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.
A ahora que te encuentro, veo que aún arde
la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde
para nacer de nuevo, para amarte.
Debo decirte algo antes de que te bajes
de este sucio vagón y quede muerto,
mirarte a los ojos, y tal vez recordarte,
que antes de rendirnos fuimos eternos.
Me levanto decidido y me acerco a ti,
y algo en mi pecho se tensa, se rompe.
"¿Cómo estás? Cuánto tiempo, ¿te acuerdas de mí?"
Y una sonrisa tímida responde:
"Perdone, pero creo que se ha equivocado".
"Disculpe, señorita, me recuerda tanto
a una mujer que conocí hace ya algunos años".
Más viejo y más cansado vuelvo a mi asiento,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)