miércoles, 27 de octubre de 2010

Ocho y medio

¿Qué es ser bueno?¿Qué es seguir el camino?¿Qué es encontrarse a si mismo?¿Qué es civilizaicón?

No lo sé. Sé que no es un concepoto universal, ni una idea global, ni predestinada, ni creada por una supermente ni por minimentes ni un contrato social ni gambas en escabeche fritas con perejil almacenadas en sótanos. No es la panacea universal ni española ni el ser o no ser, la raya que limita el lugar que elegiste ni sus marionetas de algodón.

Seré muy breve:...

La sensaicón de que te falta algo en la vida no sé es normal, pero no es la primera vez que me ocurre. Y no sé que es. Tal vez falto yo mismo, que mis impñulsos se frenan con cada pensamiento de debate interno, con cada paso dubitativo, y en vez de ir hacia a ti me limito a anestesiar. Anestesiar aquello que crea goteras en la mente, ideas y sueños que se caen, aquellos que nunca decidiste a conseguir. Porque mil veces has pasado por esa vereda, que no es la de atrás, y has tropezado con esas piedras que usiste en tu personal trampa mortal para evitar, una vez más, llegar a donde al lugar que nunca debes alcanzar.

Unas veces llegas, y escribes de filosofía barat, intentas aparentar, o disimular, metaforsear, metáforas, salidas, vuelos sin paracaidas y zonas de aterrizaje preparadas para colocar una burbuja rosa grande donde sólo tú, yo, podemos entrar, porque es mía, personal, ni salitre ni nada más. Vamos a comprobar una vez más nuestro cinturón de seguridad, porque no queremos que esté abrochado, eso no nos dejará despegar, anclados y estacancados es un mal principio para una aventura que aun no tiene definido el guión, y el título nunca existirá. ya sabes, nunca me gustaron los títulos, nunca se me dieron bien, letras o números me gustaron mucho más, ya sabes, soy yo el que no ve o es que todavía no se hizo la luz.

Aparca junto a esas caderas, donde huele a flores y a Limoncello, derramados por el suelo como si fueran nuestro pasatiempo preferido, dejar caer gotas de sueños para recogerlas con caracolas, como la lluvia junto al mar, el que fui o el que será, tambaleando una y otra vez la preciosa agenda de promesas que no valen nada, con "M", bajo tu jersey, bajo tus copas de sal y azúcar, agridulces, en un posible despertar.

Relucir, preguntarse y escribir, que esto, esto va a ir muy bien. El francés dijo: la felicidad es una actitud. psicología, real y real. real. Placebo y medicina. El humo y la voluntad. ¿Qué voluntad?¿Qué es la voluntad? No es más que libertad, no es nada, no existe. Y es lo mejor. No existe.

Impulsos, instinto y dejarse llevar...que no suena demasiado mal.

2 comentarios:

  1. Francisco Bote
    sin duda...de los mejores escritos ke e leido nunca...chapó!

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  2. plas! plas! aplausos!

    Mira, una curiosidad...¿has probado las gambas en escabeche fritas con perejil???? :P
    Un besote grande.

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